Uno se pone a leer las cosas que
dicen Javier Tebas, presidente de la LFP, y Luis Rubiales, presidente de la
RFEF, acerca de calendarios y demás circunstancias necesarias para acabar la
competición y se pregunta en qué realidad paralela viven. Partiendo de la base
que ambos literalmente se detestan, llama la atención su coincidencia en la
necesidad y más aún, en la convicción, de que las competiciones nacionales e
internacionales van a llegar a término.
Tebas, con el sudor brotando sin
parar ante el escenario de perder en torno a mil millones de euros si su mundo
futbolístico se para, se ha convencido a sí mismo y trata de hacer lo propio
con los demás, de que a partir de mediados de mayo y hasta final de junio
pueden encajar todas las jornadas de liga que restan en Primera y Segunda,
además de los play off por el ascenso, así como las competiciones europeas y
hasta la final de la Copa del Rey. Y claro, también las ligas y fases de
ascenso y descenso de los diferentes grupos de Segunda B. Eso supondría, con suerte,
jugar todos los miércoles y domingos hasta el final.
Hay que recordar que la competición,
salvo legislación gubernamental de urgencia, debe acabar antes del 30 de junio
porque los contratos de los futbolistas expiran, en muchos casos, en esa fecha.
Y claro, ya que los deportistas son considerados trabajadores para lo bueno y
para lo malo, ejercer su profesión sin un contrato en vigor podría ser, además
de ilegal, una temeridad por muchas razones.
Pero es que, además, obligar a los
futbolistas a ponerse en marcha de cero a cien para jugar dos partidos a la
semana, en los que no habría opción a la progresión sino que deberían dar el
máximo desde el reinicio, toda vez que se jugarían títulos, ascensos y
descensos, las probabilidades de graves lesiones sería desmesurada. Hay que
recordar que, cada año, la competición se para dos meses en verano y necesitan
una larga pretemporada para ponerse a punto, poco a poco. Pues bien, incluso
algo más de esos dos meses (marzo a mitad de mayo) son los que presume Tebas
que duraría la cuarentena futbolística, confiando en la reanudación a tope de
la maquinaria futbolística.
Uno entiende la preocupación que
tiene el presidente de la Liga de Fútbol Profesional por evitar que se hunda el
barco pero, siendo realistas, cuesta creer que a casi doscientos muertos
diarios y subiendo, con abril a punto de asomar, el virus caiga en picado para
dejar que los futbolistas vuelvan a dejarse el alma sobre el césped convencidos
de que todos, en cada estadio, estarían limpios del maldito bicho. Por
supuesto, a puerta cerrada.
No sé. Creo que es más el estado de
necesidad que incluso el optimismo más irracional el que puede llevar a Tebas,
también a Rubiales, a confiar en que esta temporada aún tiene vida. Me temo que
la Liga 2019-2020, infectada de lleno por el Covid-19, está en la UCI, con
respirador artificial y con pocas señales de vida. Es muy triste pero tiene
toda la pinta de que es así. Nada me gustaría más que los presidentes,
especialmente Tebas, se salieran con la suya. Pero viendo la terrible realidad
social y también económica que tenemos encima, lo de recuperar y reanimar la
liga de fútbol me parece más un sueño que una algo real.
Y claro, el problema surge a la hora
de redactar el acta de defunción de la competición. ¿Se queda desierta? ¿Se
cierra como está, aplicando títulos, ascenso y descensos en base a las
clasificaciones actuales? Esta última opción, egoístamente, sería buena para la
UD Almería pero, en todo caso, sería tan injusta como cualquier otra solución
que se planteara. El caso es que no estamos en situación de aplicar la justicia
según la entendemos. Ciertamente estamos ante un panorama complejo y muy
complicado. A mí, personalmente, poco me importa ahora el futuro deportivo de
cada club, incluida la UD Almería. Sólo me importa la salud de todos, más allá
de colores y banderas. Porque en disputa sólo hay un partido y todos -aunque
alguno aún no se haya enterado- vamos en el mismo equipo, llevamos la misma
camiseta y defendemos con uñas y dientes el mismo escudo.
(Publicado en IDEAL Almería, el día 20/03/2020)